El paisaje
gris y dignidad en la calle
Mario Valero Martínez @mariovalerom
Han dado rienda suelta a sus ocultos demonios para
aferrarse al poder y en este propósito cuentan con la parcializada e ilegal
institucionalidad que justifica sus desmanes y legaliza su violencia, de igual
manera se apoyan en grupos parapoliciales dispuestos a todo y constantemente
amenazan con las tropas milicianas que, por cierto, fueron rechazadas en el
referéndum del año de 2007 por la mayoría de venezolanos; para complementar la
intimidación, el presidente se rodea de un grupo de militares que le declaran
fidelidad personal, se autoproclaman revolucionarios, socialistas y chavistas. En
ese panorama no hay duda al señalar que abandonaron la Constitución para buscar
otros atajos que les facilite perpetuarse y ejercer una blindada supremacía carente
de apoyo popular; por eso ahora no les interesan los procesos electorales ni
hacen alarde de los triunfos obtenidos en el pasado.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisOdfIgqOuPZks8JQ0Ewy7gCe8iDBJSJ6PYdQRWB08guvrFmSJdEgH7ODFlKPGcOp4PZxz5Jkw9-QSczlYfa7I2bzyr5LvA5MMQrr8M2Hnk0FY8ow4M5acu0jnh29Pt-Qhjb5hqO4ADw8/s200/19a6w.JPG)
En ese desesperado trajín relegaron la gobernanza al
sótano del olvido y se han dedicado a privilegiar el ultraje y la represión en
todas sus modalidades. Son muchas y terribles las evidencias que se han visto
en estos días de abril; aún retumban las imágenes del helicóptero lanzando
bombas lacrimógenas en Caracas y para colmo, cerca de un centro de salud;
duelen los seis asesinatos de jóvenes venezolanos en las protestas que se suman
a la lista de otros que han perdido la vida por reclamar sus derechos; golpea
los cientos de detenidos acusados de terroristas y las torturas aplicadas a los
hermanos Sánchez Ramírez, estudiantes y dirigentes del partido Primero
Justicia, para obligarlos a firmar falsas acusaciones contra algunos diputados
de su partido. En todos estos pavorosos actos también se describe la esencia
del modelo cívico-militar bolivariano, sintetizada en esa tenebrosa consigna
vocalizada con tanta vehemencia, patria o muerte. La patria es la minoría
privilegiada que pretende aferrarse a un poder que se les desmorona, la muerte
todos los demás.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjB67L4PoPCZaRY0uubjCS-VV1z_HVbPvMFuKRqADpUPYmynQFOlUtweVHM4WNlvfWilxsPoXUQ59efVcmqNXsX0smX-bNPG1yDEULC3iBjs4rOcKEon5ZUmJTDjbnSZIrntDhyLJfhF-c/s200/19a2w.JPG)
No es exageración, es lo que aflora en tiempos de
pérdida de las mayorías electorales y hasta de las ausencias de otrora fieles
en el fatídico puente Llaguno para celebrar en necrófila bailanta muertos y
balaceras; es también la manera de maquillar el estallido de los huevos y
tomates podridos en los rostros revolucionarios. Y por supuesto, es la forma
brutal de reprimir a la mayoría de ciudadanos que en las calles reclaman el
respeto a sus derechos constitucionales, una vida digna, mejor calidad de vida
y un gobierno democrático, eficaz y decente.
Ante todo ese paisaje gris, se antepone la esperanza, la
persistencia y la mesura; pero sobre todo la sensatez para reconquistar los
procesos electorales que pondránn fin a esta salvajada revolucionaria e iniciar la
difícil y dura tarea de reconstruir a Venezuela en todas sus dimensiones- En
ese rehacer del venezolano, salvo las cúpulas que nos arruinaron, todos somos
necesarios con nuestras diferencias, virtudes, defectos y desavenencias.
Publicado
en Diario La Nación. Táchira-Venezuela el 19/03/2017
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